A mitad de carrera del NaNoWriMo

Si bien la mitad del mes ya pasó, vengo a contarles un poco cómo me fue en la primera mitad de noviembre con el reto.

Empecé con gran impulso. El 1 de noviembre de madrugada no pensaba escribir, pero tuve tiempo y lo hice.Así fue como, si bien para la web del NaNoWriMo yo iba atrasada con mi meta diaria (porque escribía luego de las 12 de la noche como si fuera el día anterior, y porque un día a la semana no podía escribir), sí estaba cumpliendo mi meta diaria establecida por mí.
Es así como, la primer semana, a pesar de tener buenos días y malos días con respecto a la escritura, cumplí mi meta semanas y eso me habilitó mi primera microrecompensa.

Pasada la primera semana, todo se descontroló. Tuve poco tiempo para escribir, pasé por un sentimiento de síndrome del impostor y fue un inicio de segunda semana bastante bajón. Para el 3° o 4° día de la segunda semana, ya sabía que no iba a llegar a la meta de la semana 2. Pero pasó algo.
Pasaron varias cosas en mi vida, alejadas de la escritura, que me hicieron estar muy alegre, y eso aumentó mi confianza en todos los campos. Con eso me animé a hacer dos cosas importantes con respecto a #ProyectoOscuridad: confiárselo a dos escritoras amigas que adoro y admiro para que me dieran los consejos adecuados y decidirme a investigar más profundamente para la novela. Porque este segundo punto, fue parte de lo que llevó a mi síndrome del impostor: ¿quién sos vos para molestar gente y preguntarle cosas para escribir tu novela? ¿tan especial te crees?
En ese proceso, descubrí el verdadero sentido de escribir esta novela y por qué valía la pena luchar por ella.

¡Ah sí! ¿Cómo va el NaNoWriMo? A estas alturas mal, pero no me importa porque el motivo del NaNo era es avanzar con mi novela, y aunque no es en cantidad de palabras, igual lo estoy haciendo. Espero poder dedicarle a este mes, más días para escribir, pero no voy a buscar un ritmo diario para llegar a las 50 mil palabras.

A fin de mes les cuento cómo terminó todo esto... ¡nos leemos!