Nunca

Nunca digas "nunca", me dijeron. Pero nunca lo aplicaron. Nunca digas "nunca", me dijeron. Pero nunca lo cumplieron. "Nunca" era una palabra tan usada por ustedes, que la contradicción de nunca decir "nunca", nunca quedó más alejada. Nunca me enseñaron qué era lo correcto pero nunca dudaron en aplicarme el castigo por nunca saber cuál era el camino correcto. Nunca supieron felicitarme por las buenas acciones, porque hacer lo bueno nunca se duda, porque hacer lo bueno nunca merece recompensa. Pero nunca se arrepintieron por los golpes que recibí aunque ustedes fueran los equivocados. ¡No! Ustedes nunca se equivocan. Ustedes nunca lo piensan dos veces, ustedes nunca dejan lugar a la duda porque ustedes nunca demuestran debilidad. Nunca miran a ambos lados antes de cruzar la calle, porque los vehículos se detendrán para ustedes. Nunca escuchan a otras personas, porque los otros nunca tendrán nada bueno para decir. Nunca hacen el bien, porque nunca hacen el mal. Nunca demuestran amor, porque nunca están presentes. Nunca vuelvan a decir que nunca diga "nunca", porque nunca les creí.